viernes, 12 de julio de 2019

En otra vida.



En soledad, siento que me desgajo, que poco a poco van cayendo mis pétalos, a lo largo del camino. "Sola", "sola", "sola".

Me abrazo recordando tu abrazo, rememorando ese último beso, la despedida en donde hubiera preferido morir antes que alejarme. Pienso en ese adiós, sin sabor a "hasta luego", certero y mortal.

Me queda en el alma la herida profunda de tu aroma entre mis manos, de tu calor recorriendo mi espalda, de tu mirada que encendía todos mis fuegos...

Y ahora, que ya no estás, que no se que hacer, que necesito tan sólo refugiarme en tu pecho y sentir que allí nada malo me podría pasar, sólo hay una sombra que me recuerda el olvido en el que nos perdimos.

Sólo somos fantasmas en la vida del otro, ignorantes del deseo, las ansias y el dolor que cada uno de nosotros esconde. Porque así lo quisimos, a pesar de todo. Porque así estaba escrito.

Quizás, tal vez, en otra vida nos volvamos a cruzar, un poco antes. Quizás, tal vez, guardamos en algún rincón de la memoria esto que no pudo ser, y al mirarnos un chispazo nos despierte. Quizas, tal vez, quien sabe, en otra vida, nos amemos como no pudimos hacerlo en esta.

Quizas, tal vez, en otra vida, no me olvides...

Imagen tomada de la web.

©Cristina Vañecek- Derechos Reservados 2019