miércoles, 2 de junio de 2021

Espera. (Margaritas).


 


Te deshojo. Mientras espero, me preguntó si hoy, mañana o cuando. Si el pasado puede corregirse o mejor esperar qué nos tiene reservado el futuro.


Estás, no estás, nunca estuviste, siempre vas a estar. Aunque no te vea, aunque no lo sepas, aunque ambos lo ignoremos, una palabra, un perfume, tu nombre, el mío, algo nos despierta la memoria y, de repente, sabemos que nunca nos olvidaremos del todo.


Te quiero, no me quieras, olvídame, te recuerdo. Camino queriendo abrir las puertas de un mundo en donde se pudiera elegir qué recordar, con qué emocionarse, qué seguir amando. 


Me ama, no me ama, poquito, mucho. No me importa. No te importa. Lo que sentimos es tan nuestro, que nadie ni nada tiene derecho a reprocharnos nada. Lo que vivimos es tan sagrado como el sol y la luna, como el mar y la arena, como la vida y la muerte. Están unidos, cerca, por más que nunca estén juntos.


Hola, adiós, hasta alguna vez, la que nos den, la que nos demos, hasta cuándo nuestras vidas hayan recorrido todos los caminos, todos los encuentros, todos los siglos. 


Hasta que la eternidad decida que es nuestro tiempo, que llegó la hora de nuestro amor. 


Imagen tomada de la web

© Cristina Vañecek-Escritora Derechos Reservados 2021