Ella espera ahí, en las rocas, que venga entre las olas aquél que salió a navegar. Su mirada anhela encontrarse con los ojos que fueron a pescar ilusiones.
Expectante, observa la aparición de cada estrella que señala el rumbo hacia la costa. Y es la primera en saludar al sol por las mañanas. La luna es su amiga y su cómplice, la única que sabe el secreto que la envuelve.
Y se queda enfrentando los embates del mar, cuando las tormentas arrecian y golpean las piedras que delimitan la tierra de las aguas.
La mujer que aguarda vigilante en la costa, la que abraza por última vez a los hijos antes de zarpar. La que llora en silencio si no vuelven.
Ella, la guardiana del mar.
(Foto a quien corresponda)
©Cristina Vañecek-Escritora Derechos Reservados 2021