domingo, 24 de junio de 2018

Desnuda.








Desnuda, frente al espejo, buscando en algún lugar los sueños que quedaron en el camino.

Desnuda, sin mirar atrás, sabiendo que todo puede ser, que nada es imposible, que algo puede ocurrir y seguramente sera un milagro.

Desnuda, mirando el vestido del tiempo que pasó, las huellas que marcaron mi vida hasta este lugar, los miedos que pesaron en cada paso hasta llegar aquí.

Desnuda, mi alma ante mí
más desnuda que nunca, reconociendo mis defectos en toda su plenitud, aceptando que mi imperfección es la mejor obra de mi vida.

Desnuda, sin miedos, sin rencor, sin nada que me ate a lo que ya fue, a lo que vendrá ni a lo que ignoro.

Desnuda, ante el mar, y ante Dios
Imágen tomada de la web
© Cristina Vañecek-Escritora Derechos Reservados 2018


#texto #textgram #textposts #Palabras #palabrasdeamor #letrasenespañol #letras #letrasdeautores #historia #Historias #cuento #cuentos #escritor #escritoresdeinstagram #escritoenespañol #escritoraenespañol #escritodeamor #escritosdeamor #escritos #escritoras #escritores #escritura

Si te gustó este texto, podés usar la opción "compartir" que está debajo de la foto, si lo copias y pegas, por favor, respeta la autoría e incluye mi nombre al hacerlo, muchas gracias).




miércoles, 20 de junio de 2018

Tres canciones, tres hombres, tres amores.



Cada historia que vivimos tiene algo que la caracteriza y la hace única. Un perfume, un lugar, una canción. Los amores, muchas veces, nos dejan una huella que nos vuelve a recordar esos momentos cada vez que sentimos ese aroma,  estamos en ese lugar o escuchamos ese tema musical.

Conocí a Willy hace más de 25 años. Nos cruzábamos todo el tiempo en distintos negocios, por cuestiones de trabajo. Yo era muy estructurada y el divertido. Un día, no se por qué, le dijo a un cliente en común,mientras me pasaba una mano por el hombro, "ella va a ser mi esposa".

Me descolocó.  No supe como reaccionar. Lo miré sin decir nada, porque tenía que digerir esas palabras. Desde aquél día, siempre que nos veíamos (varias veces por día, varios días a la semana) hacia bromas similares. Poco a poco fui armando algunas respuestas, saliendo de mi timidez y aprendiendo a ver que más había en esas bromas.

Una mañana él iba en su camión, yo caminando. Por aquellos días estaba de moda una canción de José Luis "el Puma" Rodríguez, y Willy sacó medio cuerpo a través de la ventanilla y me cantó el estribillo, que bombardeaba las radios. Nunca pasó nada entre nosotros, tuvimos una charla en donde descubrí que eso que nos pasaba no podía ser. No para la que yo era entonces.

Sin embargo, cada vez que escucho esa canción, me descubro sonriendo por la ternura de aquel amor inconcluso.
https://youtu.be/Af-0_xgJlA4

El amor con Adolfo fue a la distancia. Poco a poco, palabra a palabra, hablando de mil temas distintos, fue creciendo algo que para mí era imposible. Un sentimiento que yo no podía explicar, pero que me alertaba de cada mensaje que aparecía en mi correo electrónico, en tiempos en los que no existían las notificaciones.

Adolfo fue descubrir la pasión, las ilusiones, las ganas de armar un proyecto de vida con otra persona, el deseo de tener mi propia familia por primera vez.  También fue sentir que alguien me acompañaba todo el tiempo, pese a estar a 400 kms de distancia...Y sentir esa distancia cada día calándome la piel.

Por aquella época el grupo Los Nocheros habían reflotado una vieja canción que mamá escuchaba todo el día cuando yo era muy pequeña, y que ahora cobraba un sentido en particular.  Escucharla era elevarme y querer ir a donde él estuviera, contándole que había hecho y escuchando como había sido su día.
https://youtu.be/bbIoJg06QiQ

Oscar fue el amor de la madurez. Ese que aparece en los últimos días de nuestro verano, acariciando con su calor nuestra mano y acompañando nuestro camino de una forma más pausada.

Nos encontramos en una fiesta y habría muchas canciones para elegir de esa noche. Sin embargo, la primera noche que pasamos juntos, tras charlar mucho tiempo, cuando él se durmió,  sólo hubo un tema que a mi me vino a la cabeza.

Verlo dormido, tan fragil, tan desnudo,no sólo de cuerpo sino de alma, tan indefenso y expuesto, me provocaba protegerlo de cualquier mal. Sentía la necesidad de abrazarlo, pero temía despertarlo, perturbar su paz, sintiendo su aroma, ahí, tan cerquita y tan lejos.

Y cada noche que compartimos  durante los dos años que compartimos, a pesar de muchas cosas que ocurrieron, al recordarlo vuelve a mi mente esa misma canción.
https://youtu.be/GouA_mJ5Y80

Los tres me enseñaron. Los tres fueron importantes en distinta forma. A los tres los amé con todo mi ser. Por los tres hice cosas que jamás imaginé y hubiera inventado un universo nuevo. A los tres sólo les deseé que fueran felices cuando partieron de mi vida. A los tres les deseo lo mejor. Con el corazón y el alma.

Imagen tomada de la web
© Cristina Vañecek-Escritora Derechos Reservados 2018

viernes, 8 de junio de 2018

Humana.



Soy humana, con todo lo que ello implica. Imperfecta, curiosa, con dudas, con miedos y con certezas. En pleno conocimiento de mi ignorancia en absolutamente todo, aprendiendo día a día de lo que veo, de lo que escucho, de las historias que me cuentan.

En esa humanidad asumo que cometo errores, muchos, todos los que pueda, porque de ellos adquirir conocimiento, me dejó llevar por la furia, por el desconsuelo y por el amor.

No mido  consecuencias, porque mi vida es un constante aprendizaje para ser mañana un poquito mejor que ayer. Lo poco que se, si puedo, intento ofrecerlo a quien lo necesite.

Pero fundamentalmente soy libre. Reniego de las ataduras, de los conflictos y aprendí tanto a reirme de mi misma que no permito que nadie más lo haga.  Cuando amo, defiendo con garras y dientes, me enfrento al mundo y soy capaz de desatar la peor tormenta con tal de cuidar a los míos del más leve rasguño.  Aunque me lleve la vida.

Me reconozco torpe e insensata, dispuesta a todo por lo que creo, pero con un pudo dispuesto a escuchar al de al lado.  Porque soy humana, no doy recetas de como vivir. Cada uno hace lo que puede con su vida. Cada cual toma el camino que mejor le parece.

Y por qué soy así, humana, no busco ganarme ningún otro lugar que el que ocupó aquí en la tierra. Viviendo este momento que es hoy.

martes, 5 de junio de 2018

¿A dónde va el amor?



Hoy el título de esa canción me hizo detener la mirada. Confieso que no recuerdo la letra, ni el intérprete, pero me llevó a hacerme esa pregunta.

Y el amor no se va a ninguna parte. Se hace un bollito en algún rincón del cuerpo, que duele cuando algo nos recuerda a la persona que estaba a nuestro lado.

Se convierte en un monstruo que te muerde las tripas cuando por la noche no tenes su abrazo, su voz, su aroma, y te obliga a doblarte de dolor.

Se convierte en una telaraña que te cubre, como si fueras un mueble, te tapa, con la intención de que nadie más vea tu tristeza, pero a la vez te expone, como un alma purgando su pena.

El amor no se va a ninguna parte. Se nos queda atrapado en la piel, haciéndonos mil preguntas sin respuestas, a las que buscamos una explicación imposible. 

Hasta que un día el amor se transforma. Su voz se acallar, ya no grita , comienza a canturrear suavemente. Ya no nos tapa, poco a poco nos descubre y volvemos a sentir sobre nuestra piel un nuevo sol.

El amor nunca se va, se nos queda bien adentro, porque es lo que nos alimenta cada día para seguir viviendo. El amor sólo se modifica, crece y evoluciona.