jueves, 8 de julio de 2021

Besos


 


Sentir su beso fue volar al paraíso. Que desaparezca el mundo alrededor. Estar solos, en una nube, flotando, sabiéndome segura en sus brazos.


Su beso fue el principio y el fin de todo. Fue saber que nada volvería a ser igual, que mi barco había encontrado su puerto.


Su beso fue un rayo partiéndome el alma en dos, pero uniendo todas mis partes a la vez. Fue sanar, fue creer, fue volver a sentir en mis venas todos los milagros.


Su beso fue esperanza, fue ternura, fue desafío. Su beso fue agua bendita, fue lluvia, fue mar que me arrastró hasta lo más profundo de mi misma.


Su beso fue veneno, fue droga, fue volverme adicta a su voz, a su aroma, a su calor. Fue puñal, atravesando todos mis sentidos.


Imágen tomada de la web

© Cristina Vañecek-Escritora Derechos Reservados 2021

sábado, 3 de julio de 2021

Risa



Él sabe que la piel se arruga. Que el cuerpo, poco a poco, dejará de ser esbelto. Que los años, con su huella, dejarán rastros imposibles de evitar.


Por eso la hace reír. Busca, hasta parecer tonto, eso que la haga estallar en una carcajada larga, sonora, fuerte, poderosa. Porque sabe que nada, ni el tiempo, podrá combatir su risa, el brillo de sus ojos cuando uno de esos chistes la hacen tentar.


Él sabe que la vida es inexorable y de repente todo puede terminar. Que el paso del tiempo es cruel, y todo lo que hoy tienen, puede desaparecer con la rapidez de un parpadeo.


Por eso, la hace reír, para guardarse en su alma cada uno de esos momentos en los que ella explota de risa, en los que su felicidad tiene la potencia de diez bombas atómicas. En los que juntos tienen el poder de la eternidad en sus manos.


Él sabe que estamos de paso. Por eso, cada vez que la hace reír, detiene el tiempo para grabar ese instante y resguardarlo del olvido.


Imágen tomada de la web

© Cristina Vañecek-Escritora Derechos Reservados 2021