martes, 12 de enero de 2021

El santo


 El santo.


Las cosas le pasan. Él no las busca, simplemente se deja llevar por las circunstancias.


De vez en cuando, se descubren sus trampas y, para mantener su equilibrio, juega al pobrecito. Y acusa a sus víctimas de ser las responsables de lo que pasó.


Nunca asume que lo que hace está mal. Que hace daño a quienes lo rodean. Que rompe la confianza de quienes depositaron la suya en él. 


Y, muchas veces, cae parado, como los gatos, porque tiene la habilidad de dar vuelta las cosas de tal forma, que hasta terminan pidiéndole perdón...


Se hace el santo, pero es un manipulador absoluto.


¿Conoces alguno?


© Cristina Vañecek-Escritora Derechos Reservados 2021

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