Primero fue tu mano la que me guió por un sendero desconocido. Luego fue tu voz, llegando a zonas ignoradas de mi ser. Tu aroma vino después, que despertó algo profundo y dormido dentro de mí.
Tu sonrisa me invitó a pasear por las nubes y fue tu abrazo el que me hizo descubrir que el cielo podía tocarse con las manos.
Y fue tu beso el que me hizo viajar al infinito, olvidando todo lo que había dejado atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario