Búsquedas.

Nuestra vida comienza y desde la primera respiración estamos buscando algo, calor, alimento, afecto, lo que nos permita aferrarnos a esta aventura.

Damos nuestros primeros pasos, y continuamos en esa búsqueda de experiencias que nos otorgue la madurez propia para saber qué es lo mejor para nosotros.

Las búsquedas van cambiando a medida que crecemos, pero jamás dejan de estar ahí, mostrándonos los múltiples caminos que tenemos para recorrer.

Algunos nos lastiman, nos maltratan, nos imponen desafíos en los  debemos aprender alguna experiencia fundamental. Otros, son más amables, agradables, sin tanto escollo, en donde nos relajamos un poco, y disfrutamos la vista y el alma.

Muchas veces debemos volver sobre nuestros pasos, retroceder, dejar el sendero que transitamos, porque aún no estamos preparados para enfrentar el riesgo que tiene. Quizas podremos retornar en el futuro, más maduros, más fuertes, mas experimentados.  O, quizás, nunca regresemos, porque no es la ruta que debemos atravesar. 

Reconocer que algunas cosas no están a nuestro alcance también es una búsqueda, una muestra de crecimiento. Saber que algo no es para nosotros, asumir que debemos cambiar el rumbo, es un aprendizaje y también es un camino.

Buscarnos, trabajar para saber quienes somos y hacia donde vamos, ser honestos con nuestras capacidades y saber decirnos que no cuando no tenemos las herramientas, hasta el fin de nuestras vidas, es el gran camino que debemos aprender a caminar.