jueves, 19 de enero de 2023

Telaraña.



Me enredo. De a poco siento que no puedo avanzar. Algo me detiene, como si se me pegoteara en todo el cuerpo. Si me muevo, me encierra más en eso que desconozco.


Quiero irme, pero no puedo. Tengo miedo, pero a la vez, siento coraje para luchar contra eso que parece una gelatina, que poco a poco me va abarcando por completo, y me inmoviliza.


Lucho con todas mis fuerzas por salir, sin embargo, eso es más fuerte o más hábil que yo. Cansada, me detengo un instante y ahí, veo algo que se me acerca, que me estaba acechando, y yo no me daba cuenta.


Necesito huir, pero algo superior a mí me impide hacerlo. Ya siento el cansancio por el esfuerzo realizado para despegarme de lo que me capturó, y me está volviendo vulnerable.


Siento que me duermo, y me doy cuenta de que caí en una trampa mortal, de que tardé demasiado en advertir las señales, de que lo que tanto me atrajo, ahora me da pánico.


Ya lo distingo. Ya se quien es. Me doy cuenta de que mi último aliento se me escapa en manos de ese ser del que menos hubiera desconfiado. Que entré por mi propia voluntad en esta telaraña mortal y que no supe ni pude escapar a tiempo. 


Imagen tomada de la web


© Cristina Vañecek-Escritora Derechos Reservados 2023.

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