viernes, 2 de diciembre de 2022

Hotel California.



Ella llegó al café con pasó apresurado. Quería tomar algo rápido y quitarse las malas energías que le había dejado la charla con su jefe. Más horas de trabajo por la misma paga.


Buscó una mesa vacía, le señaló a un camarero que le llevará un café  negro y fue a sentarse sola. Necesitaba estar en paz por unos minutos. 


"Si café, señorita". La voz la hizo salir de su ensimismamiento. Habitualmente, el mozo dejaba la taza, junto a un pequeño vaso de agua y el ticket, y se retiraba sin decir palabra. Pero ahora se había quedado ahí, con la taza en la bandeja. Levantó la vista y se sorprendió al ver a otro hombre.


"¿Sos nuevo?", le preguntó mientras lo miraba. "No, solo que hasta ahora no nos habíamos cruzado". Él tenía acento español. Y unos ojos verdes que brillaban como esmeraldas. Y una sonrisa... Pero que sonrisa! ¿Cómo era posible que siendo una asistente regular de ese sitio, nunca lo hubiera visto?


El camarero aún estaba de pie, junto a la mesa, con la taza de café negro humeante en la bandeja. Ella notó de repente que habían dos tazas.  El hombre sirvió una y, sin ningún reparo, colocó la otra sobre la mesa y dijo "¿Le molesta si me siento?".


Asombrada, ella hizo que no con la cabeza. Él comenzó a hablarle, a hacerla reír. La bebida de las tazas parecía interminable. Las horas pasaban y ella no se daba cuenta. Ese hombre había hecho desaparecer todo lo que había a su alrededor.


De repente, él la miró fijo. Le tomó la mano, la hizo levantarse de la silla y la acercó a su cuerpo. Una musiquilla comenzó a salir de algún lugar y bailaron juntos hasta que un beso interminable los unió.


Ella, en un remolino de sensaciones, no supo cómo llegó a la habitación de ese hotel, cómo su cuerpo se enredó con el de aquél desconocida, de qué forma sus manos volaron como palomas por el cielo de su piel.


Al abrir los ojos, el camarero de siempre le dejó su taza de café negro sobre la mesa, con el vasito de agua y el comprobante de pago. Lo miro sorprendida, como si nunca lo hubiera visto y ese hombre le hizo un gesto con las cejas, cómo diciendo si quería algo más.


De pronto, en el televisor que funcionaba sin que nadie le prestará mucha atención, apareció una imagen del otro, del que la había raptado a un lugar soñado. Mientas de fondo sonaba un tema llamado "Bella desconocida", la voz de una periodista informaba que ese día era el décimo séptimo  aniversario de la muerte de aquél cantante español, al que ella había amado apasionadamente hacia apenas dos minutos. 


Inspirado en el tema "Hotel California".

Imagen tomada de la web.


©Cristina Vañecek-Escritora Derechos Reservados 2022

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