sábado, 10 de diciembre de 2016

Te dicen...

Te dicen "así no vas a enganchar a nadie". Te dicen "tenes demasiadas pretensiones". Te dicen "con esa forma de ser, los tipos salen corriendo, tenes que hacer que no sabes tanto, a ellos no les gusta"...

Te dicen...y te hablan como si la vida de cada persona tuviera que regirse por un padrón específico, una orden a la que hay que obedecer: ponerse de novios, casarse, hacer fiesta, tener hijos, bancarse con una sonrisa situaciones que en otras circunstancias jamás se habrían pasado por alto.

Te dicen que para cumplir con esa norma no tenes que ser vos, que no muestres tu carácter, que finjas que sos otra persona, así "enganchás y te casás". Te dicen que no muestres hasta haber firmado tu carácter para que la víctima no salga huyendo a los brazos de otra persona.

Te dicen que para amar o conseguir amor hay que mentir. Te dicen que hay que engañar a la persona que va a acompañarte toda la vida. Te dicen que mientas para no quedarte sola.

Hasta que un día ti verdadero yo sale a la luz a gritos y esa persona a la que engañaste, con quien fingiste ser otra persona te mira desconociéndote, preguntando que fue lo que te hizo cambiar tanto.

La frustración les gana a ambos. La relación se vuelve corrosiva porque durante mucho tiempo escondiste quien vos eras en realidad. Ninguno de los dos tiene lo que buscó, lo que soñó. Una vez descubierta la mentira, la verdad duele el doble. Uno por sentirse engañado, el otro por haberse mostrado como no era.
El amor debe encontrarte puro, pleno, siendo vos mismo, y si nadie se atreve a amarte, no tengas miedo, la soledad siempre es mejor que la hipocresía!

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