sábado, 10 de diciembre de 2016

Testamento y última voluntad.

Yo, Cristina Vañecek, dni Xx.Xxx.xxx, en ¿pleno uso de mis facultades mentales?, soltera, sin herederos reconocidos, dejó escrita mi última voluntad para que se cumpla al pie de la letra:

*Como no tengo herederos reconocidos, pienso deshacerme de todos los bienes que tenga, vivir los últimos días de mi vida "como si fuera el ultimo día de mi vida".

*Irme sin hacer ruido. En silencio, sin que nadie se de cuenta, en medio de las risas, la música, el disfrute.

*Si llegaran a velarme, que sea a cajón cerrado (soy donante de organos y no se como quedaré después de la ablación). En donde van las coronas quiero gigantografias de mis mejores fotos, en mis momentos más plenos, lo que estará en el ataúd no seré yo.

*Pongan música. Festejen. Recuerden mis chistes, mis disparates, si alguna vez hice alguna cosa buena por ustedes, sepan que les agradezco que me hayan dado la oportunidad de ayudarlos o escucharlos, o leerlos...porque en esa oportunidad fueron ustedes los que me ayudaron a mi!

*En lo posible, no quiero ataúd. Y no quiero entierro, quiero que me lleven a alta mar y allí ser arrojada al océano, para retornar al lugar en donde se originó la vida. (Si no queda otra que la cremación...y bue...tiren las cenizas.)

*Eso que ya no tendrá vida, no seré yo, no lo conserven, el cuerpo se corrompe, pero el recuerdo siempre estará vivo.

*Recuérdenme, ustedes serán los únicos testigos de mi existencia. Ustedes y mis hijos escritos, que espero vuelen muy lejos y logren acariciar algún alma, que necesite encontrar en mis palabras contención, consuelo, complicidad, empatía. Ojala logre hacerles reír, emocionarse, pensar.

El alma, el espíritu jamás muere mientras alguien los recuerde. No importa nada mas. Los restos no se alaban, no se adoran, no se les rinde culto. Nada es mas sagrado que la huella que dejamos en la vida de los otros.

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