jueves, 2 de abril de 2020

Crónicas del Coronavirus



Una se levanta a la mañana todos los días. Lo hace como una rutina, sin prestar atención a los detalles. Se prepara algo rápido para tomar como desayuno, se viste casi sin prestar atención, agarra su cartera, teléfono, llaves y sale a la calle.

En la calle se encuentra con cientos de personas. Nadie se conoce entre sí. Nadie sabe nada del otro. Algún refunfuño por un conductor que hace una mala maniobra, esperar los semáforos, llegar al trabajo, y cumplir con sus obligaciones.

De repente un día te das cuenta de que tus rutinas tenían un valor excepcional. Que cada paso que das tiene un detalle especial. La forma en que preparas el café o el mate, o el té. Como te sentás en la mesa, con quién.

Le prestes más atención a los pasos de tu ritual al vestirte, al peinarte, al salir. Ya no es lo mismo tomar las llaves, el teléfono. Cada objeto ahora es un potencial peligro. Hay que tener en cuenta otras costumbres.

En la calle andan pocos vehículos. Te asombra no tener que estar mirando a los cuatro costados, porque hay espacio de sobra.

Ya no podés saludar con un beso a tus amigos o conocidos. No podés compartir un mate. Cada persona con la que te cruzás es un potencial riesgo de contagio.

Todo cambió. Nada es igual. Aprovechemos a darnos cuenta de las cosas que nos estábamos perdiendo. Rescatemos todo este nuevo mundo que nos abre posibilidades de aprender algo nuevo.

#CoronavirusEnArgentina #MarDelPlataSeQuedaEnCasa
#QuedateEnCasa

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