martes, 19 de julio de 2016

Dormir conmigo.



Está noche voy a dormir conmigo. Fueron tantas noches que dormí con vos, a tu lado, estando juntos o lejos, siempre estabas ahí,  como un fantasma. Fueron muchos insomnios escuchándote, oyendo tus historias,  sintiendo tus palabras, tratando de entender las razones que te ataban a la insatisfacción, a la rutina.

Fueron muchos jueves esperando tu llamado y tu encuentro, sintiendo tu aroma, preanunciando tu mirada, sabiendo el recorrido que tus manos harían en mi cuerpo. Fueron Muchas noches en las que me pediste que te abrace al dormir, como si fueses un niño abandonado, solitario, refugiándose en mí.

Fueron tantas noches, que me costó arrancarlas de mi alma, una a una, desterrarlas de mi memoria, deshacerme de tu aroma, y saber que nunca más habría un llamado un jueves a la noche, luego de la cena con tus amigos, ni por la mañana cuando nos hablábamos para saludarnos y tal vez inventar algún momento juntos. Ya no celebraríamos fechas nuestras, junto a una botella de champagne, ni cocinarías para mí.

Fueron tantas noches en que tu fantasma me invadía y a pesar de haberme alejado para siempre, lo confieso, te extrañaba.  Pero ya no, ya no me importa, ya no recuerdo tu fragancia ni tu voz...ya casi no te recuerdo, porque no sos el hombre que amé,  sos un extraño, con la mirada vacía, incapaz de sostener la mía.

Por eso esta noche voy a dormir conmigo, con la que fui antes de conocerte,  pero más madura, con la que creció a través del dolor, con la que decantó noche a noche cada gota de amor hasta que se desvaneciera totalmente.

Ya estoy en paz.  Ya no me importa que sepan o no nuestra historia, porque cada uno de nosotros está hecho de historias y relatos que nos construyen y nos identifican. Cada uno es una biblioteca andante y esta noche me toca dejar que esta historia vuele para que sea de otros.

Esta noche voy a dormir conmigo, con mi libro nuevo y en blanco, abierto para escribir un nuevas historias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario