martes, 19 de julio de 2016

El desafío.



El desafío es levantarte cada mañana, superar el dolor, arrancar una a una las espinas que se clavaron en tu alma y curar todas las heridas, procurando que no queden restos de infección.

Es un trabajo artesanal, que tenes que realizar por tus propios medios, sola, remontando cada día un poco más la mirada hacia el horizonte que te espera. Parece lejano, inalcanzable, y sentís que no te quedan fuerzas para dar un paso más. Pero está ahí,  depende de tu fuerza de voluntad alcanzarlo.

El desafío es recuperar la sonrisa, mirarte al espejo y poder verte en el en toda tu inmensidad, profundamente, conocerte hasta el más mínimo rincón.

Es atreverte a vestirte de fiesta, bailar bajo la luz del sol, estremecerse con la brisa, acostarte en el parque y observar el cielo, jugando a ver imágenes en las nubes y sentir el aroma de la tierra, del pasto recién cortado, de las flores.

El desafío es amarte a vos misma, animarte a seguir adelante, jugarte por tu felicidad y saberte humana, saberte divina,  saberte sabia, saberte eterna!

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