sábado, 16 de marzo de 2013

Mañana



Mañana renaceré, con el primer rayo del sol, y volveré a recorrer ése camino que abandoné para descansar, pensando que era la parada final.

A veces, nos detenemos en un oasis buscando recuperar fuerzas, sin darnos cuenta de que algunos de ellos son espejismos y no tienen agua ni sombra ni lugar para reposar nuestro cuerpo, nuestro espíritu o nuestro corazón.


Al amanecer, el sol bañará mi frente con su luz y me bautizará a dar nuevos pasos. A descubrir que el sendero sigue, y que me tiene preparadas muchas sorpresas, algunos escollos, pero que tengo la fuerza para superarlos y sobrellevarlos con alegría y felicidad, porque cada uno de ellos me deja una enseñanza, agradeciendo a cada amigo que me marcó las piedras que podría llevarme por delante, y a cada amigo que no me advirtió también le agradezco, porque si no me hubiera golpeado, no habría aprendido nada y, más adelante, no podría esquivarlas.


Mañana, mi primera respiración borrará de mi mente esas cosas que me hicieron sentir débil, que me llevaron a volverme vulnerable, que me generaron confusión. El sol me inundará con toda su plenitud para renovar mis fuerzas y toda la energía que perdí.


Mañana al despertar, agradeceré todo lo que sentí, porque descubrí que estoy viva.

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